sábado, 9 de enero de 2016

Crop Up ❤

1936 - Inglaterra

Mi madre y yo vivimos en Crop Up desde que recuerdo. Una gran mansión rodeada completamente de la nada.
Mi padre murió cuando yo aun estaba en el útero de mi madre, según ella de repente enfermó. Lo único que me ha contado, es que era un hombre muy apuesto y era médico, algo que hizo que se enamorara de él desde el primer momento, ya que mi abuelo también lo fue.
Ella tenia un gran corazón, pero poco a poco fue perdiendo la cabeza, y la locura la dejo empotrada en una cama. Decía que mi padre había vuelto y que la castigaba por algo que no logre entender hasta años después. Recuerdo que todos los días era para mi una gran rutina, yo me levantaba y hacia el desayuno de ambas, le daba de comer y la bañaba lo las mas rápido posible, porque su baño me daba escalofríos. Era completamente de mármol, pero la suciedad y una rama que se introdujo por la ventana y que poco a poco fue creciendo cubría todas la paredes. Cuando terminaba de preparar su comida iba a su habitación y le daba de comer. Había momentos en que su cuerpo le daba segundos de lucidez, me agarraba la mano y miraba a los ojos, dejando caer una lágrima desde aquellas ventanas verdes esmeralda, que yo había heredado, cuando de repente volvía a marcharse y soltaba mi mano como si de un objeto se tratase. Al acabar me sentaba a su lado en un sillón, a leer y ella, cerraba los ojos y se dormía, pasados minutos me levantaba y daba paseos por nuestro jardín donde cogí un ramo de margaritas, nuestras flores preferidas, cuando el coche del Señor Clive se paro delante de nuestra casa. Puse las flores en un jarrón con agua y me subí a su coche. Venia cada mes para llevarme al mercado, era amigo de padre y conoció a madre a través de él. Una vez acabados mis recados en la ciudad, me llevaba de vuelta a casa,y ella aun seguía dormida.
Decidí colocar una margarita en su bandeja, ya que era su cumpleaños, aunque ni si quiera ella lo supiese. Al verme ir hacia ella giro su cabeza hacia mi y hacia la flor y se sorprendió. Le di la cena y me fui a la cama, y así todos los días......hasta que.....hasta que me dejo.
Años después de esto me mude a Londres donde allí conocí a un gran hombre que sorprendentemente era médico, eso me hizo pensar que fuese una señal enviada por mis padres desde donde fuera que estuviesen. Mi amor hacia él era algo inexplicable, y empezamos a vivir la vida desde lo mas alto con nuevos amigos, saliendo muy a menudo, disfrutando cada momento del placer del dinero, aunque poco a poco empezamos a tener muchas deudas, dado que le gustaba apostar al Poker, después de meses hasta arriba de deudas me quede embarazada y empezó a culparme y a pegarme por necesitar mas gastos para nuestro futuro bebé así que una noche en la que llegó de jugar y beber, decidió darme una gran paliza en la que por defenderme lo maté. Salí corriendo de aquella casa y no supe a donde dirigirme así que volví a el hogar donde me crié.
Allí nació Marie, decidí llamarla como mi madre y como yo para que no olvidara de donde provenía.
Marie poco a poco fue creciendo hasta convertirse en toda una mujer, nuestra vida fue maravillosa y no quise contarle como fue realmente su padre, para que no manchara sus recuerdos. Al cabo de años empecé a envejecer y a sufrir cayendo en una gran depresión. Cuando vi por primera vez a través de la ventana en el jardín la sombra de su padre, mi marido y el hombre que yo maté. Su recuerdo y su fantasma me volvía loca y no sabía distinguir lo que era realidad de lo que no. Me sentía en un laberinto de niebla del que no podía salir.
El día de mi cumpleaños sentía como agarraba la mano de mi hija, la que me había traído junto con la cena una margarita. En ese momento me di cuenta de que mi madre y yo éramos la misma persona y que mi cabeza había jugado conmigo todo este tiempo...pronto iba a morir y mi supuesta hija volvería a sufrir lo que yo, de nuevo.




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